viernes, 6 de enero de 2012

La indiferencia no soluciona nada.

Si quieres que algo cambie, no esperes a que cambie así por que sí, cámbialo tú. Cambia tú.
Evidentemente siempre te vas a encontrar con cosas que no sean de tu agrado. Cosas que no te gusten, que te preocupen, que desearías que no fueran así. La diferencia es que hay algunas que las tienes que aceptar, sin más, porque no queda otra y aunque te duela aprendes a convivir con ello. Cuenta con que hay otras que tú puedes elegir cambiarlas o no, que hasta pueden ser como tú quieras que sean. Es cuestión de ponerse a ello, de dedicarle tiempo,de echarle sus ratos... Aquí nada es gratis, pero cualquier esfuerzo tarde o temprano es recompensado. Ten paciencia si no es como esperabas, las cosas tampoco se solucionan de inmediato. Lo que no puedes hacer es despertarte una mañana y darte cuenta de todas las cosas que ahí fuera no están bien. Y quedarte así. De brazos cruzados. Quejándote. Manos a la obra compañeros.
La indiferencia no soluciona nada.

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