martes, 23 de diciembre de 2014


Y volverás a volver a volver, y volverás a volver a irte. Y será en todas las idas y venidas donde te des cuenta que, quizás, tu sitio es ninguna parte, tu vida esté en todos lados.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Quizás...si. Quizás sea la nostalgia, la melancolía.... la tristeza de un vaso vacío que aún conserva el sabor en pequeñas porciones de gotas desgastadas. Probablemente sean las lágrimas en forma de lluvia. O la lluvia que a veces nos recuerda que hay que llorar. Pero, ¿y si no? Quizás no sea sólo eso. Quizás, no debamos ver que es sólo eso. Porque es más que eso.

Es un espectáculo. Es sentir. En su policromía de olores, de sonidos.... En el crujir de cada paso amenazando que el mundo se derrumba. Y aún así, aquí seguimos sobre él. Es conocer tus colores favoritos, que por supuesto, son aquellos que no se pueden describir. Es la sensación de huida desde detrás de una ventana... la introversión, las miradas vacías pero profundas de los pocos desconocidos que aun buscan esa conexión efímera en un vagón de metro.
Es un atardecer castaño, y cobrizo... La estación predilecta del pasado y de la memoria. La casualidad más casual de todas las utopías.
Es el tiempo de inspiración, lento...pero insuficiente.


O quizás, el otoño tan sólo seamos tú y yo, como dos mentes paralelas que se cruzan constantemente, escribiendo en hojas robadas desde un lugar que probablemente no sea el nuestro.
"Todos tenemos un secreto escondido bajo llave en el ático del alma"

Pero. ¿Y qué consideramos como secreto? 
Parece, que cada vez, tendemos más a desnudarnos. A perder nuestra intimidad y todas nuestras vivencias, por esa ingenua necesidad de compartir todas nuestras experiencias con otras personas. Y entonces, parece que la amistad se fundamenta de manera absolutamente indispensable, en contar todos y cada uno de los relatos de nuestros días. Y nos desnudamos. Y no guardamos para nosotros. Sin embargo narramos los hechos sin contar los sentimientos que van de la mano con ellos. Y es pues, cuando creen entendernos por hacerse conocedores de nuestro día a día. Pero no lo hacen.
La magia de las personas reside en esos pequeños matices que no se ven, y que paso tras paso se van conociendo poco a poco. La esencia del alma. Tenemos que conservar la esencia del alma.


lunes, 1 de diciembre de 2014



"Las cosas no valen por el tiempo que duran, sino por las huellas que dejan"