miércoles, 23 de julio de 2014

Las calles duermen.
Un suave murmullo de luz despierta la ciudad con voz tenue. Los bares cierran y algún que otro cubata ganado más de la cuenta regresa a casa perdido. Mientras, al otro lado de la pared, tormentos de aviso invitan a iniciar la jornada.

Silencio. Un poco más.
Las contradicciones se cruzan. Reflejando, como siempre, las adicciones en contra de la acción moral.
Nocturnos silban desde las alturas el fugaz paso del tiempo.

Pausa. Me estremezco.
El frío pellizca suavemente la piel advirtiéndonos de que algo se acaba. Y también de que algo está a punto de empezar.
Besos y palabras arrepentidas, el eco del remordimiento acariciándonos las mejillas.

Susurros.
Cascadas heladas activan y desactivan los sentidos.
Algunos se ahogan sofocados de vivir muriendo, de bailar despacio.
Mientras, rayos caprichosos se cuelan en nuestros párpados.

Des/corremos el mundo.
Alguna sonrisa comprometida entre la rutina.
Y...

Ruido. Prisa. Madrid encendida.




lunes, 7 de julio de 2014

Quizás la profundidad no sea intensidad
y sólo necesitemos un instante
para hacer un segundo eterno.

Me pregunto 
cómo es posible 
compatibilizar
el no esperar 
nada de nadie 
para no decepcionarte,
aún así
confiar 
en que todo saldrá 
como esperaste. 

miércoles, 2 de julio de 2014

Son creaciones. Con vida. Algunas mueren pronto... otras perduran más que sus propios dueños. Pero pase lo que pase, la esencia queda intacta. Son el conjunto de la experiencia y las sensaciones de las personas. Son ilusión, sueños, ganas... Son espíritu. Historias transmitidas a través del talento de años de dedicación... Susurros de inspiración.
El único rincón del mundo capaz de aportar tanto sin pedir nada a cambio.
Tan necesaria y a veces tan silenciosa. Tan ambiciosa.


-Música