Lo mejor será que empiece por presentarme. Soy pura duda. Lo más parecido que existe a una interrogación, a una incertidumbre.

Arte en la calle.

Pocas cosas son eternas...



...a no ser que las escribas.

Para viajar basta existir.

Y si fuera
mi vida una escalera
me la he pasado entera
buscando el siguiente escalón.

Siena.

Quedarme a vivir allí unos años más o encerrarme en una burbuja aislada e invisible para el resto del mundo. Cualquiera de las dos me valen.

Portugal y sus rincones.

Portugal y su magia.

Me da vértigo el punto muerto y la marcha atrás, vivir en los atascos, los frenos automáticos y el olor a gasoil. Me angustia el cruce de miradas, la doble dirección de las palabras y el obsceno guiñar de los semáforos. Me da pena la vida, los cambios de sentido, las señales de stop y los pasos perdidos. Me agobian las medianas, las frases que están hechas, los que nunca saludan y los malos profetas.
Me arruinan las prisas y las faltas de estilo, el paso obligatorio, las tardes de domingo
y hasta la línea recta. Me enervan los que no tienen dudas y aquellos que se aferran
a sus ideales sobre los de cualquiera.
Me cansa tanto tráfico y tanto sinsentido, parado frente al mar mientras que el mundo gira.