sábado, 3 de noviembre de 2012

El único pasado que me importa es lo que he pasado contigo.

No podemos pretender ser los primeros, o los preferidos, sólo somos lo que está disponible, los restos, las sobras, los supervivientes, lo que va quedando, los saldos. De eso provenimos todos, producto de la casualidad y el conformismo, de los descartes y las timideces y los fracasos ajenos.

Queremos sentirnos únicos y especiales a los ojos del resto, y a los tuyos, y a los míos. Queremos acaparar todo el pasado. Como si al conocer a alguien tuvierais la necesidad de volver a nacer juntos y no quisieras que nada más existiera. Porque nos da miedo. Todo aquello que no conocemos, lo que no hemos podido compartir, lo que ya crecemos sin saber cómo éramos... Cuando nuevas personas se cruzan en el camino, las conocemos sin conocerlas de verdad. Apostamos una confianza infinita al creer todas las historias que nos transmiten de cómo eran, de qué hicieron, hasta de cómo son. Nadie puede asegurarnos que todo ello sea verídico. Pero nos lo creemos. Y nos vamos formando una imagen en la cabeza de esa persona, de todo lo que nos cuenta. Hasta llegar a parecer que la conocemos de toda la vida.

Los recuerdos tienen una potencia abismal para, sin previo aviso, hacerse presente, un día, porque si. Y esa fuerza a veces parece que nunca se va. Y que te come por dentro. Muchas veces vuelve lo que se creía olvidado.

Nosotros somos lo que somos y somos quienes somos, por lo que hemos vivido. Por las experiencias que hemos tenido que sufrir, por los cambios, por los choques, por las salidas. Y a todos nos da miedo que ese supuesto "pasado" ya pasado condicione nuestro presente.
Intentamos superarnos, hacer olvidar. Suprimir. Sentirnos imborrables, marcar.
Deberíamos centrarnos más en el hoy, valorar lo que día a día forma el presente que en un futuro será un pasado que probablemente también recordemos. Lo importante es no quedarse atascado. No perderte lo que queda por perder por seguir perdido en lo que ya perdiste.
No se puede dar marcha atrás,la esencia de la vida es ir hacia adelante. La vida, en realidad, es una calle de sentido único.



Es difícil no ser perseguido por el pasado. Nuestra historia es lo que nos da forma, lo que nos guía... nuestra historia resurge una vez tras otra... Así que tenemos que recordar: a veces la historia más importante es la que estamos creando hoy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario