martes, 21 de diciembre de 2010

Nada es para siempre.




Esta es mi amiga Irene de F. con su juguete de la infancia y su muñeca con la que tantas cosas pagó cuando era pequeña. Los encontramos en la casa de su pueblo metidos en el fondo de un armario con algo de polvo por encima, descuidados. Yo no sabía que significaban para ella pero a medida que le iba haciendo las fotos me contaba algunas anécdotas acerca de ello, y parecía que estos dos objetos iban cobrando vida poco a poco.
Ya hacia más de cinco años que ni si quiera se acordaba de ellos... De todas las horas que se podía pasar simplemente imaginandose mundos con ellos dos, mundos opuestos o símiles, pero al fin y al cabo mundos que ahora el ser humano es incapaz de inventar o crear.

La verdad es, que tarde o temprano, acabamos abandonando incluso todo aquello que pensamos que jamás dejaríamos de hacer, abandonamos la vida como abandonamos esa afición que tanto nos llena por dentro, como dejamos de escuchar esa canción de la que pensamos que nunca nos cansaríamos, como abandonamos esas botas altas negras que tanto nos gustaban por entonces y que hace meses que no te pones...

Podemos engañarnos,podemos creerlo o no,pero esto es así, nada ni nadie dura para siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario