domingo, 19 de junio de 2011

Pulsa play



Música. Como forma de vida. Como estilo, sueño, guía. Para vivir y morir. Y sobrevivir. Como salida, escapatoria, huida. Música que une y compite, que enseña y aprende, entristece o anima. Para relajar y relajarte, perder y perderse, abandonar y abandonarse. Música para disfrutar, bailar y cantar. Tararearla, silvarla, lo que sea. A cualquier hora, en cualquier lugar. En el timbre del colegio, en el metro, bodas comuniones, hasta en las tiendas. Es inevitable no encontrarte con ella a lo largo de todo un día. Convivimos con ella de manera rutinaria y no nos damos cuenta de todo lo que la música haría perder en el mundo, y lo perdido que estaría el mundo sin ella.


Sin embargo, una de las pocas cosas con las que cuenta el ser humano y las que somos conscientes que nunca vamos a necesitar prescindir de ella es la música, la única amiga fiable que nunca va a desaparecer, y que siempre que quieras no tienes más que pulsar el play para que este allí donde tu estes.

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