jueves, 1 de julio de 2010

dont waste time


El tiempo pasa.

Es una pena darse cuenta tarde... Y si,la verdad es que creo que soy afortunada. A mis trece años he descubierto que merece la pena. Puede que esta sea la típica parrafada que te viene en cualquier libro o en cualquier película de entrada, pero no hay que perder el tiempo, ni quedarte sentado viendo pasar los segundos, se te escapa la vida en un suspiro. Y si, soy afortunada al saber, que merece la pena madrugar un sábado a las diez y media de la mañana para ir a jugar al baloncesto con tus amigas, o en verano madrugar todos los días para desde por la mañana ir a exprimir los primero rayos de sol a la piscina, o a comer con tus amigas, o ir de compras a gran vía.

Merece la pena dormir menos, gastarte saldo para saber que planes hay, y hacerlos,con ganas, que el calor el sueño y la pereza no te coma, merece la pena.Porque luego pasan los años y te das cuenta, que todas las mañanas que te has quedado durmiendo, las tardes que has desaprovechado por la siestecita o simplemente los exámenes que has suspendido por no hecharle unos minutos de más no se pueden sustituir ahora o mejorar. Que con poco esfuerzo obtenemos increibles resultados,no podemos quedarnos atrás.Y es ahora, desde ya, cuando tenemos que hacerlo todo, aprovechar lo que te ofrecen los trece años,los catorce,dieciseis,dieciocho o ¿cuarenta y ...siete? sin esperar a que nadie te lo diga, ni tu psicólogo ni tu hija ni tu escritor favorito.

Disfruta,desde hoy en adelante,te lo mereces como nadie mamá.

El tiempo hace con el cuerpo lo que la estupidez hace con el alma.

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