Santander y el norte.
Gris y verde.
Gris por su lluvia, y por sus cielos.
Verde por toda su naturaleza, su belleza, su vegetación.
Santander y sus playas. Sus mil playas escondidas en sitios recónditos, como mapas secretos de sus historias personales. Las olas y su mar, eterno e hipnotizador. Su fuerza.
Seguimos haciendo kilómetros.
Seguimos viajando.
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